martes, 24 de enero de 2017

El Método GROW

Fue desarrollado principalmente por Jhon Withmore uno de los primeros coach, este método fue ampliamente difundido en la década de los 90 en el reino unido con grandes resultados, y hoy en día es uno de los métodos más conocidos, empleados y efectivos a la hora de fijarse una meta, cambiar y corregir los hábitos nocivos de las personas y, resolver diferentes tipos de problemas implantando una cultura de cambio que nos ayuda a alcanzar nuestros objetivos inspirando entornos emocionales óptimos que favorezcan liberar y emplear todos los recursos de los que disponemos.

GROW, cuya traducción es CRECER, es un acrónimo cuyas siglas determinan sus diferentes etapas y marcan el proceso a seguir Goal (meta), Reality (realidad), Options (opciones) y Will (voluntad/compromiso).


Al trabajar a través de estas cuatro etapas, el modelo GROW aumenta la conciencia de las propias aspiraciones del individuo y le da una mayor comprensión de su situación actual, las posibilidades se les abren, y aclara las acciones que podrían llevar a cabo para alcanzar sus metas personales y profesionales. Mediante el establecimiento de metas específicas, medibles y alcanzables, y un calendario realista para su logro, el modelo GROW promueve con éxito la confianza y la auto-motivación, lo que lleva a una mayor productividad y satisfacción personal. De otra forma, el modelo GROW proporciona una ruta para que la gente, logre alcanzar una meta.

(G)OAL

Definición, descubrimiento o creación de la meta u objetivo que queramos conseguir. El QUÉ.
En este punto es vital visualizar la meta que queramos alcanzar. Imaginar y soñar con la situación deseada permitirá que nuestro cerebro libere una gran cantidad de dopamina, también llamada “hormona de la ilusión”, que es la encargada de generar las ganas, ilusión y la motivación necesaria para alcanzar nuestros sueños.
Es lo que en neurociencia se denomina activar nuestro “sistema de recompensa”.
Un elevado porcentaje de las nuevas actividades o proyectos que llevamos a cabo fracasan por no haberle dedicado el tiempo adecuado a soñar, a imaginar, a visualizar la situación deseada que permita despertar nuestra creatividad y liberar el máximo potencial para alcanzarla.



Ese objetivo debe ser: Especifico, debe poderse medir, alcanzable, realista, programado, desafiante, legal, personal, relevante, ético, comprendido, positivamente enunciado, estar registrado y estar comprometido con él.








¿Cuál es tu objetivo?
¿Qué te va a permitir conseguirlo?
¿Cómo y cuándo sabrás que lo has conseguido y cuáles son las etapas intermedias?
¿Hasta dónde quieres llegar?

“Cuando lo deseo, rindo más que cuando es una obligación. El deseo es mío, el deber es de los demás. La motivación interna es una cuestión de elección”. John Whitmore.

(R)EALITY.

Después de haber puesto a trabajar a nuestro cerebro, creándose nuevas conexiones neuronales visualizando e imaginando el QUÉ, es momento de “bajar a la realidad” ...
Para iniciar el camino hacia “dónde quiero llegar” debemos ser conscientes de “dónde estoy ahora”, es decir, de cuál es nuestro punto de partida para que a partir de ahí podamos comenzar a trazar el itinerario que nos guiará hasta la meta. ¿O acaso un GPS puede decirte cómo llegar a tu destino sin saber dónde estás?
¿Cuál es tu situación actual con respecto a la situación deseada?
¿Cuál es el efecto de tu situación actual?
¿Cuál es tu mayor preocupación al respecto?
¿Cuál es
¿A qué distancia estas ahora mismo de lograrlo?
¿Qué has hecho hasta ahora para conseguir tu objetivo?
¿Qué resultado has obtenido hasta ahora?
¿Qué necesitas para conseguirlo?
¿Qué obstáculos debes superar?
¿Con que recursos cuentas?

(O)PTIONS

Una vez sabemos dónde estamos y dónde queremos llegar, ahora sí que es momento para comenzar con el CÓMO, es decir, el plan de acción hacia nuestra meta.
El plan de acción no consiste únicamente en encontrar el camino perfecto, sino en generar tantos caminos como sea posible. De todos es conocida la frase “todos los caminos llevan a Roma”.
Tan importante es la cantidad de opciones como la calidad de las mismas, y conectar emocionalmente de forma positiva con todas ellas. Si alguna de las opciones nos genera una sensación negativa: rechazo, desidia, pereza, estrés…estamos auto limitándonos y reduciendo la probabilidad de éxito.
¿Por qué a veces nos empeñamos en conseguir nuestros objetivos a través de acciones con las que no disfrutamos?
El neurocoaching sistémico tira por tierra el paradigma de que a veces la única forma de conseguir algo es a través de la auto-obligación y el sufrimiento. ¿Acaso no hacemos mejor una actividad cuanto más disfrutamos haciéndola?
La respuesta de la neurociencia aplicada es clara en este aspecto: cuando hacemos algo que nos gusta, que nos motiva y nos ilusiona liberamos dopamina, que a su vez retroalimenta a esa motivación, e ilusión por seguir realizándola.
¿Qué otras opciones tienes?
¿Qué más podrías hacer?
¿Cuáles son las ventajas? ¿Y los inconvenientes? 
¿Qué necesitas dejar de hacer?
¿Y si el plan A falla, cuál sería el plan B?
¿Y el C?
¿Quién me puede ayudar a conseguirlo? ¿Y quién más?
¿Con que obstáculos podrías toparte en el camino?

(W)ILL

Es la voluntad y el compromiso. Una vez definido el objetivo (QUÉ), punto de partida y camino a recorrer (CÓMO), antes de poner en marcha el plan es necesario determinar un plazo óptimo de consecución; el CUÁNDO.
Determinar un plazo de cumplimento es necesario para que nuestras neuronas se comprometan con la meta. En caso contrario la motivación, la voluntad y el compromiso inicial se van diluyendo en el tiempo lanzando mensajes a nuestro cerebro del tipo: “bueno, la semana que viene me vuelvo a poner con ello”, “ya lo haré mañana” o “no pasa nada, tengo mucho tiempo para hacerlo”.
También puede darse el caso que determinemos un plazo de cumplimiento extremadamente corto en el tiempo y convirtamos la meta en una obligación provocando emociones negativas en vez de en una responsabilidad que mantenga y siga alimentando la ilusión y motivación inicial por cumplirla.

¿Cuándo te gustaría conseguirla?
¿Cuándo vas a empezar?
¿Cómo te mantendrás motivado?
¿Cuál es el primer paso? ¿Y el segundo?
¿Qué harás si no cumples el plan de acción?
¿Qué supone para ti conseguirlo?
¿Con quién lo vas a compartir? ¿En qué te pueden ayudar ellos?



Nada se construye desde la suerte y todo se destruye sin pasión.





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